El TSJ de Asturias ha confirmado la sentencia que declaró la procedencia del despido de un comercial que liquidaba dietas a la empresa cuando en realidad se encontraba en su domicilio. La empresa descubrió dicha práctica fraudulenta gracias a la tablet del trabajador, que cumplía a su vez funciones de teléfono móvil e incorporaba un GPS.
La empresa había adoptado esta medida de control y vigilancia para verificar el cumplimiento por parte de los trabajadores de las obligaciones y deberes laborales, así como, para mantener un adecuado control de las actividades y administrar de manera eficaz las rutas comerciales.
Por otro lado, el trabajador había sido debidamente informado de que la tablet contaba con un módulo de GPS. La sentencia supone un interesante precedente en el uso de nuevas tecnologías como posibles herramientas para el control empresarial de los empleados.