Los hechos se remontan al año 2007, cuando la empresa monitorizó los mensajes de la cuenta de Yahoo Messenger de un empleado, y utilizó dichos mensajes para acreditar el despido del trabajador. El empleado despedido había creado la cuenta para atender a clientes de la empresa pero también utilizaba la misma para uso personal.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) señala en su Sentencia que las empresas están sujetas a limitaciones en el control de los correos profesionales, y deben avisar previamente a sus empleados. En el caso analizado, el TEDH entiende que no se acreditó que el trabajador fuera debidamente informado de que la empresa iba a acceder a sus mensajes.

Como consecuencia, el fallo concluye por 11 votos a favor y 6 en contra, que las autoridades nacionales “no han alcanzado un justo equilibrio entre los intereses en juego y no se ha protegido correctamente el derecho del demandante”, por lo que el derecho a la vida privada y familiar del trabajador despedido resultó vulnerado.

Para ver la sentencia pincha aquí (sólo disponible en inglés).